Alcaldesa y Protectora Perpetua de la Villa de Yunquera

3 de Mayo: Cuando el alma de Yunquera se abrazó a su Reina. En los días previos, los preparativos, la alegría y el ambiente invadían Yunquera, del mismo modo que el eco de los últimos rezos se elevaban como una plegaria que acariciaba el cielo. Con profundo recogimiento, tras tres noches de rezo, la villa daba por finalizado el tercer y último Rosario anunciador de la Solemne Venida de Nuestra Señora de Porticate. Nuestra Virgen venía para ser proclamada Alcaldesa y Protectora Perpetua de la villa en un acto de profunda fe que le ofrecían los vecinos del ahora, los de antaño y los que vendrán. Yunquera caminaba en silencio, pero cada paso era un grito de amor. La Virgen venía, y el pueblo la esperaba con el alma abierta, consciente de que no se trataba solo de un título, sino de una entrega perpetua de amor y fe, de un vínculo sagrado entre una Madre y sus hijos. Aquel último Rosario fue el umbral entre lo cotidiano y lo eterno. Bajo la mirada de Nuestra Señora de Porticate, los corazo...