Alcaldesa y Protectora Perpetua de la Villa de Yunquera
3 de Mayo: Cuando el alma de Yunquera se abrazó a su Reina.
En los días previos, los preparativos, la alegría y el ambiente invadían Yunquera, del mismo modo que el eco de los últimos rezos se elevaban como una plegaria que acariciaba el cielo. Con profundo recogimiento, tras tres noches de rezo, la villa daba por finalizado el tercer y último Rosario anunciador de la Solemne Venida de Nuestra Señora de Porticate. Nuestra Virgen venía para ser proclamada Alcaldesa y Protectora Perpetua de la villa en un acto de profunda fe que le ofrecían los vecinos del ahora, los de antaño y los que vendrán.
Yunquera caminaba en silencio, pero cada paso era un grito de amor. La Virgen venía, y el pueblo la esperaba con el alma abierta, consciente de que no se trataba solo de un título, sino de una entrega perpetua de amor y fe, de un vínculo sagrado entre una Madre y sus hijos. Aquel último Rosario fue el umbral entre lo cotidiano y lo eterno. Bajo la mirada de Nuestra Señora de Porticate, los corazones se fundieron en un solo clamor, el de que se quedara para siempre, que su manto cubriera nuestras penas, y que su presencia bendijera nuestras vidas. Yunquera escribía una nueva página en su historia, y lo hacía con un latido compartido por generaciones que, con los ojos húmedos de fe, aguardaban el acontecimiento que marcaría para siempre la historia de nuestro pueblo.
La Virgen Chiquita de Porticate, en el comienzo de este mes de mayo, regresó a Yunquera como cada julio, pero esta vez no volvió como de costumbre, porque no eran tiempos de traslados ni romerías ni de costumbres marcadas por el calendario, esta vez vino porque tenía una cita especial con su pueblo, vino para ser proclamada Alcaldesa y Protectora Perpetua de la villa, porque Ella es el orgullo más grande que tenemos, la joya viva de Yunquera, el alma de nuestra historia.
Su venida fue única, como su amor. Ni la lluvia impidió que sus hijos, grandes y pequeños, portaran sus andas con devoción. Con Ella trajo el calor que solo una madre sabe dar, llenando ese hueco silencioso que solo su presencia puede cubrir. Y es que la queremos con todo lo que somos, porque cuando Ella está, no falta nada. Y aunque su imagen es pequeña, delicada, sencilla... en Ella habita lo más grande que poseemos. Es nuestro tesoro más preciado, la mayor de las fortunas que puede tener un Yunquerano o todo aquel que se sienta hijo suyo. Porque su grandeza no tiene medida, tan humilde en su forma, tan inmensa en su amor.
Gracias, Madre, por venir, por transformar corazones con tu presencia, por recordarnos con tu mirada serena que no estamos solos, por cubrirnos con una ternura que no conoce fronteras ni condiciones. Gracias por quedarte en cada uno de nosotros, porque tu presencia sigue palpitando en cada calle, en cada rincón, en cada corazón que te recibió con lágrimas, promesas y esperanza. Yunquera ha vivido, quizás, el día más grande de su historia reciente día que aún resuena en cada rincón del alma yunquerana. Porque aquel 3 de mayo, nuestra Madre y Reina, la Santísima Virgen de Porticate, fue proclamada solemnemente Alcaldesa y Protectora Perpetua de esta villa que ya era suya, pero que, desde entonces, lo es aún más. Aún hoy no alcanzamos a comprender la magnitud de lo vivido. Su proclamación no fue un acto simbólico, fue el reconocimiento de una verdad profunda, y es que Virgen Chiquita no solo forma parte de nuestra historia, ella es el corazón que le da vida.
Recordamos con gratitud los días que precedieron su proclamación, como esa tarde del 1 de mayo, en la que vivimos una jornada que quedará grabada para siempre en la memoria de nuestro pueblo. Y es que, con motivo de tan señalada efeméride, el grupo joven, tuvo a bien hacer entrega de un regalo tan hermoso como simbólico. Se trata de la ráfaga que enmarca con mayor gloria el rostro bendito de Nuestra Madre. Un gesto que encierra el amor sincero y el compromiso de una juventud que entiende que servir a la Virgen es también servir a su Santísimo Hijo y al pueblo que la venera. No podemos olvidar tampoco la jornada del 2 de mayo, en la que la Santísima Virgen de Porticate se reencontró con sus fieles y devotos. Las puertas de nuestra catedral se abrieron de par en par para acoger a quienes, con amor y fe, quisieron acudir a sus plantas. Durante ese emotivo día, se realizó una ofrenda de alimentos no perecederos y productos de higiene destinados a Cáritas. Porque Ella, que es Madre y Protectora de nuestro pueblo, permanece cerca de quienes más necesitan su amparo.
Tras la veneración, y el reencuentro con tantos yunqueranos y devotos, se celebró una Eucaristía preparada con esmero por la Junta de Gobierno, las voluntarias de Cáritas y la juventud de nuestra Asociación, que el preludio espiritual de todo lo que viviríamos al día siguiente.
Ya el 3 de mayo, durante una Solemne Eucaristía presidida por nuestro párroco, Don Gerardo Rosales López, Nuestra Señora del Carmen de Porticate fue proclamada Alcaldesa y Protectora Perpetua de nuestra querida villa. En un gesto cargado de simbolismo y devoción, el Alcalde de Yunquera, Don José María Rodríguez Peralta, hizo entrega de la vara de mando a la Santísima Virgen, reafirmando el amor, la fe y la entrega de un pueblo que se acoge bajo su amparo maternal. Este acto, profundamente arraigado en los corazones de nuestros vecinos, quedará grabado para siempre como testimonio de gratitud, esperanza y del firme vínculo entre nuestra tierra y la Reina del Carmelo.
Su llegada no fue solo una ceremonia solemne ni una fiesta más en el calendario, fue un renacer. Ella, nuestra Madre, ha marcado un antes y un después, no solo en la historia de nuestro pueblo, sino también en lo más profundo de nuestras almas. Desde su dulce mirada hasta el temblor de sus andas al pasar, todo en Ella nos recordó quiénes somos y hacia dónde queremos caminar.
Nos sentimos inmensamente afortunados de tenerla como faro, consuelo y promesa viva de amor. Ella es nuestra Madre, la que escucha en silencio y abraza sin palabras. La que nos enseña que lo más valioso no siempre se mide en grandeza física, sino en un amor inmenso y eterno.
Que este acontecimiento sea el inicio de una vida más plena bajo su amparo. Que su manto siga cubriendo este pueblo que tanto la honra y que tanto la necesita. Que no pase un solo día sin que le digamos, desde lo más hondo: gracias, Madre, por quedarte con nosotros, gracias por querernos tanto como nosotros te queremos a Ti.
Hoy, un mes después, su presencia sigue viva en cada rincón de nuestro pueblo. Su proclamación es testimonio del amor y la devoción de los yunqueranos, y un recordatorio de que con fe y unidad, no hay desafío que no podamos superar.
AGRADECIMIENTOS
Al pueblo de Yunquera: por llevarla en el alma, por convertir cada calle en altar, por ser un solo latido de fe, herencia y amor.
A la Junta de Gobierno: por cada jornada de entrega, cada desvelo silencioso, cada decisión hecha oración.
A nuestro Grupo Joven: por encender la llama de la ilusión, por mover corazones con su alegría, por ser el futuro con alma de presente de nuestra hermanda.
Al Ayuntamiento de Yunquera y su alcalde, Don José María Rodríguez Peralta: por reconocer a quien ya reinaba en el corazón del pueblo. Por ceder la vara de mando como símbolo de amor eterno.
A Don Gerardo Rosales López, nuestro párroco: por su guía cercana, su palabra firme y su entrega constante a María.
A nuestra comunidad parroquial: por ser fe viva, manos dispuestas, y corazón abierto a la Virgen.
A sus hombres de trono y capataces: por llevarla con el alma, por hacerla caminar con amor y elegancia.
A las bandas de música: por poner alma, son y emoción a cada paso.
A la Coral Santa María de la Victoria: por elevar nuestras oraciones con belleza y solemnidad.
A las fuerzas Armadas, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Policía Local: por escoltar su paso con tanta dulzura, respeto y devoción, como hijos bajo el amparo de su manto.
A las Hermandades asistentes: por compartir con nosotros este día inolvidable, unidos por el amor a María.
A las mantillas: por alumbrar su camino con gracia y devoción.
A los pequeños monaguillos: por recordarnos que la fe se aprende desde la cuna.
A la comisión externa y auxiliares de guardería: por cuidar cada detalle con amor generoso.
A los fotógrafos: por capturar lo que el alma vivió.
A las costureras: por cada puntada de cariño, por estar donde más se os necesitaba.
A las instituciones presentes: Delegado de Sostenibilidad y Medioambiente, Diputación de Málaga, PP y PSOE: Gracias por honrar con vuestra presencia esta jornada histórica.
Al Fogón del Rubio y Manuel Oliva: Por vuestra generosidad sin medida y vuestra ayuda desinteresada.
Y a Ti, Virgen de Porticate, Alcaldesa y Protectora Perpetua de la villa de Yunquera: gracias, Madre, por permitirnos vivir este momento que ya es eterno. Gracias por haberte quedado entre nosotros para siempre. Gracias por enseñarnos que, cuando se ama con fe, no hay sueño imposible. Gracias por mirarnos con tus ojos de amor y por caminar con nosotros.
Tu nombre, Carmen, seguirá latiendo en cada rincón de este pueblo, en cada oración que suba al cielo desde esta tierra que te ama sin medida.
La opinión de Málaga, entre otros, se hace eco de la noticia:
PROCESIÓN VIRGEN CARMEN PORTICATE YUNQUERA | La Virgen del Carmen de Porticate, alcaldesa perpetua
Video:
Porque en Yunquera no se ama a la Virgen, se vive en Ella. Y desde aquel 3 de mayo, ya no caminamos solos: caminamos con nuestra Madre como Alcaldesa del alma.
Lee toda la información extensa del evento en nuestras redes sociales. Encontraras imágenes, enlaces y comentarios de fe de los vecinos de Yunquera.
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